La ocupación alemana de los países bajos de 1940 termina de momento su enseñanza académica.
Durante la ocupación lleva su guerra personal contra los nazis, seguramente de las más fructíferas y memorables del siglo. Sus memorias Collaboratie en verzet, Colaboración y resistencia, describe en tres tomos el drama de perseguidores, perseguidos y espectadores, y el comportamiento humano en las zonas grises. Ese libro es ciertamente un punto culminante de la literatura holandesa de la posguerra. Existe una traducción alemana: Die langen Schatten des Krieges, publicada en 1989. Después de la guerra, y en los 20 años siguientes, muchos retos aguardan a los expertos en la aplicación de la estadística matemática en la economía, en diferentes países. Al lado del matemático Norbert Wiener, Friedrich Weinreb participa en la elaboración del segundo plan quinquenal para la India, enseña como profesor invitado en el Institut International des Hautes Etudes en Lausana, Suiza; recopila informes para diferentes gremios de las Naciones Unidas en Ginebra; actúa como rector en la Middle East Technical University en Ancara. Hay que añadir su actividad como director de investigación y profesor en el Instituto Holandés de Economía en Róterdam, además de profesorados en diferentes universidades en Indonesia. Desde su juventud, la base de su vida es el aprendizaje de la Biblia y de las fuentes antiguas judías. Lo aprendido lo pone en práctica en un mundo dominado por la economía y la técnica. En 1973 se establece definitivamente en Zúrich. Gracias a la Fundación Friedrich Weinreb, creada con la Sra. Marian von Castelberg, desde mediados de los años 60, se dedica más y más, en cuerpo y alma, a escribir libros y a sus conferencias en Holanda, Suiza, Alemania, Austria y Bélgica. En la palabra de la Escritura Santa –muchas veces ha comparado la Biblia hebrea y la Biblia cristiana con los dos lados de su corazón– se le abre una reserva inagotable de respuestas a preguntas sobre el sentido de la creación y de la existencia humana. Muchas de sus conferencias grabadas y sus libros son testimonios claros de que, entre el judaísmo y el cristianismo –que han recorrido caminos tan separados en la historia– puede llegarse a una unión creativa. Sus frutos están, ya hoy en día, listos para ser recogidos.