Y si es así, está programada sobre la libertad del amor. Pero la libertad es un gran riesgo, una gran apuesta. Una terrible apuesta. Porque significa que depende de nuestro comportamiento en esta libertad. Queremos amar, pero tenemos miedo de ese amor, de ese amor total que abarca todo.
Pero ¡qué hermosura! ¡Cuán importante, cuán llena de sentido se vuelve nuestra vida! Desde que reconozco que mi vida fluye de esta fuente eterna, solo puedo ser feliz. Porque sé que soy amado, porque yo mismo amo. Una dualidad de amor y terror; de amor y de un asombro inimaginable. ¿Puedo yo ser tan importante? ¡Terrible! Cuán inconmensurable y grande es la vida. ¿De esos otros también? ¿De esos tontos…? Sí, si amas a los demás como a ti mismo, si ves a los demás como a ti mismo. Difícil, muy difícil. Pero es el precio del amor. Dios hace la creación sabiendo cuán difícil será, cuán tonto y malo el ser humano puede llegar a ser. Pero a pesar de todo, la hace. Una novela grandiosa, recogiendo los relatos de todos los mundos y de todos los tiempos. Inclusive el relato de nuestra propia vida.