Friedrich Weinreb llama nuestra atención sobre este hecho. A él que hablaba desde el interior de la palabra, que vivía la realización de la palabra en la vida cotidiana, le gustaba recibir invitados en su casa y transmitir la palabra. Se configuraba en él desde la Torá, desde la tradición judía y de su vida. Sigue viviendo en la palabra también después de su fallecimiento (1910-1988).
Para muchos, este libro puede significar el reencuentro y para muchos otros, así lo espero, el inicio de un contacto con Friedrich Weinreb. No obstante, para todos será un encuentro con ellos mismos. Porque Friedrich Weinreb lleva al lector siempre hacia si mismo. Al lugar donde hay muchos modos de leer, muchas posibilidades de interpretar, donde cada uno puede encontrar la interpretación personal de su vida. Lo extrae de la abundancia de las tradiciones judías, ante todo de las tradiciones jasídicas, y acerca los caminos hacia la palabra a aquellos que no han crecido en estas tradiciones.
Toda persona puede acercarse a la palabra divina que le llevará a la esencia. Sucede, como explica la Torá, bajo el manto de la nube, en el paso de lo invisible a lo visible y de lo oculto a lo manifiesto. Envuelto por la nube, el ser humano se acerca a Dios.